Del 17 al 19 de septiembre Salamanca acogió al jurado del Concurso de Jóvenes Investigadores financiado por la Unión Europea EUCYS , España ha salido muy airosa de este concurso, tres proyectos participaban y los tres han recibido premio. El Ministerio de Universidades recoge la noticia,, con fotos y proyectos (pincha aquí).
En el centro Carla Caro, primer premio en el centro, a la izquierda, Patricia Marco y Alba Serrano (Bioeconomy Bio-Based Industries) con su tutor, Francisco Marco. En el otro extremo, estamos Eduardo Guerrero y yo, como tutora del proyecto ganador del premio especial.
Por mi parte tengo una sensación extraña, por un lado Eduardo Guerrero y yo volvimos felices por el premio y el reconocimiento al trabajo realizado y por otro, personalmente vine con cierta tristeza, Europa y el Ministerio de Universidades premian un trabajo de investigación filosófica en el que, mayoritariamente, ha llamado la atención la dimensión social y ética del proyecto. Al autor, Eduardo Guerrero el jurado le ha alabado la capacidad crítica del mismo y le han preguntado por las implicaciones éticas del progreso (o no) de la tecnología. Mientras, nuestro ministerio de Educación mira para otro lado y deja la Ética fuera de la enseñanza obligatoria.
¡Triste!, muy triste. En esto que íbamos por delante de otros países europeos. ¡Que ceguera!
No he podido evitar remitir una carta a la Ministra de Educación. (ver carta aquí)
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