lunes, 3 de diciembre de 2018

Los problemas de Galileo

Las cosmovisiones científicas nos están llevando desde el geocentrismo heredado de Aristóteles hasta la actual física cuántica, eso sí, pasando antes por el heliocentrismo y la mecánica clásica, en definitiva, la cosmovisión que cerro Newton con la Gravitación Universal.
Antes de este "cierre gravitatorio", Copérnico, Kepler y Galileo tuvieron que enfrentarse al dogmatismo de la época para salvar su obra o sus vidas.
La obra de Nicolás Copérnico se publico en su seno de muerte y su editor  Osiander, consiguió que el libro no fuera ni quemado ni prohibido gracias a un hábil prologó, de corte positivista, en el que básicamente decía que aquella obra (el primer texto en el que claramente se sustituía a laTierra por el Sol como centro del universo), no pretendía decir que el mundo era así, simplemente era otro modo de explicar los movimientos celestes. 

Galileo Galilei no tuvo la misma suerte, se esforzó en demostrar que tenía razón. Consiguió construir un telescopio,  pero...

 Ah! los representantes de la Iglesia se negaban a mirar por él. 
Galileo y aunque los Medici confirman en un principio su apoyo al científico y matemático, la Inquisición consideraba su propuesta como un gran escandalo.  Galileo creyó que podría convencer a los inquisidores de que el heliocentrismo de Copérnico no contradecía la doctrina cristiana, no hubo forma, su postura fue considerada herética, las Sagradas Escrituras no dejaban duda.

Os incluyo aquí, el texto bíblico que se toma como una verdad científica y causa de los problemas para los heliocentrístas. 


Entonces Josué se dirigió a Yahvé, el día que Yahvé entregó al Amorita a los israelitas. Josué gritó:

“¡Sol, párate sobre Gabaón y tú, Luna, sobre el valle de Ayalón!”

Y el Sol se paró y la Luna quedo inmóvil hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿No está escrito en el Libro del Justo? El Sol se quedó inmóvil en medio del cielo y retrasó casi un día entero su puesta.
                                                                           Josué: 10, 12-14

Galileo terminó abjurando, es decir, se retractó, era la única forma de salvar la vida.

Parte de la formula abjuratoria:

He sido juzgado como sospechoso de herejía por cuanto que he sostenido que el Sol permanece inmóvil y es el centro del universo y que la Tierra es móvil y no es el centro; deseo apartar de la mente de vuestras eminencias y de todo católico cristiano esta vehemente sospecha justamente a mí atribuida; por eso con corazón sincero y fe cierta, abjuro, maldigo y detesto los errores y herejías mencionadas..”
Texto recogido por Juan José Abad Pascual y otros autores en, Ciencia, tecnología y Sociedad. Madrid: McGraw Hill, 1999

Se conmutó la pena de prisión pero Galileo no pudo volver a dar clases, hablar en público o investigar nada que fuera  relativo a los astros o al sistema heliocéntrico.
 Y el viejo Galileo terminó sus días condenado al ostracismo, sin poder hablar de nuevo de sus tesis, sin poder dar clases otra vez y casi sin visitas.

1 comentario:

  1. ¡Gracias!, siempre había oído hablar del proceso contra Galileo pero no conocía lo que tuvo que decir para salvar la vida. Buena idea poner juntos el texto bíblico y las palabra de Galileo

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