Dejemos claro esto: no hay que elegir, salud o economía porque la salud no es parte de una disyunción.
Hacer frente a la crisis sanitaria y a la crisis social y
económica que se ha producido como consecuencia de la primera ha llevado a nuestra clase política a plantear
en términos de disyunción salud y economía. La disyunción es una forma aparentemente
simple, A o B, en este caso se nos dice “hay
que elegir salud o economía”. No obstante
si algo nos enseña la lógica es que, ni la disyunción es tan simple (más bien
en nuestro lenguaje habitual es ambigua) ni este planteamiento entre salud/economía
es realmente una disyunción.
Pensemos la siguiente cuestión ¿existe una buena situación
económica sin buena salud?, ¡NO!, está claro, en el sistema capitalista en el
que vivimos, es imprescindible cierto nivel de consumo para que la economía
funcione pero si la gente enferma, si tiene miedo de contagiarse, si no puede trabajar porque está enferma, ¿cómo
va a consumir?, ¿cómo va a mantener un
negocio alguien que no puede disponer de una atención médica o no tiene salud
para estar en su empresa?.
No, no es una disyunción es una implicación, un CONDICIONAL,
esto es, SI NO HAY SALUD, NO HAY ECONOMÍA SALUDABLE. Si hay salud puede existir una buena
situación económica o no pero si en un país, en una ciudad, la enfermedad es la
predominante, no hay economía que pueda sostenerse.
Además como ya he dicho antes, la disyunción es ambigua, traicionera diría yo, puede ser inclusiva “te lavas las manos o te pones gel hidroalcohólico” (inclusiva porque hacer lo uno no significa que no hagas lo otro también) o excluyente por ejemplo, “ Te pones la mascarilla o te tomas la caña", es evidente que no se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo. es excluyente. No hay más que fijarse, en los medios de comunicación se abusa también de la disyunción estos días (de los dos tipos). Pensadlo bien,
Tampoco hay que engañarse, la salud es una condición necesaria aunque no suficiente para la
buena marcha de la economía. Si se tiene buena salud entonces se puede trabajar, consumir, etc. pero puede que no se consiga, ahí está la segunda parte. Deberíamos pensar en ello, nuestra clase política (todas las administraciones competentes) debería acometer el problema sanitario, impulsar la sanidad pública (daría trabajo de paso) y una vez conseguida cierta estabilidad en el campo de la salud emplearse a fondo para ayudar a quien lo necesite y recuperar la economía pero sin falsas disyuntiva, mientras la pandemia persista no habrá economía que subsista.
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